Ezker Anitza IU Ezker Anitza IU
Ezker Anitza-IU considera que “no puede dejar de sorprender que más allá de lugares comunes y frases hechas de quien dice representar a todo el pueblo, se olvidase por completo de los millones personas que en todo el Estado siguen sufriendo las consecuencias de la crisis”. Con este discurso, “es evidente que entre las preocupaciones del régimen monárquico no está resolver los problemas del paro, la vivienda, o la pobreza energética, como tampoco parece que preocupa al Jefe del Estado los miles de jóvenes que tienen que marchar de su tierra por falta de expectativas de futuro”.
Frustrante también es, según la formación de izquierda, que “mientras que muestra la solidaridad con las víctimas del terrorismo integrista, se olvide de las decenas de mujeres que mueren víctimas de la violencia machista”.
Según Ezker Anitza-IU, también “faltó mostrar la preocupación de la monarquía por la necesaria regeneración democrática de un régimen institucional que ha visto crecer en su seno múltiples casos de corrupción, llegando incluso en la Casa Real, sin permitir en cuatro años que el propio Congreso pudiera investigarlos”.
Un discurso, por tanto, en el que “no nos vemos reflejados”, mantiene Ezker Anitza-IU, “no solamente por nuestras convicciones republicanas, sino porque dejó fuera de sus preocupaciones a la gran mayoría de la sociedad española, precisamente la más necesitada de atención y solidaridad”.
Por otra parte, el Jefe del Estado, “tomó partido por quienes se niegan a realizar los cambios legales para permitir el avance hacia un Estado Federal, que permita un gran pacto entre los distintos pueblos del Estado”. Pacto, que “solo es posible permitiendo la libre determinación de cada uno, cuando existe un problema político como el que hoy existe en determinados territorios del Estado, es un error atrincherarse detrás de la legalidad en lugar de plantearse su modificación”.
Según la formación de izquierda, este discurso “como máxima expresión del Régimen del 78, no solo pone en evidencia que está agotado, sino que ha renunciado a representar a la mayoría social y a preocuparse de los problemas y anhelos del Pueblo” y que, por tanto, “es necesario superarlo en un proceso constituyente que permita afrontar precisamente las cuestiones que ayer faltaron en el discurso de la máxima representación del Régimen de 1978”.