El portavoz parlamentario en temas constitucionales del grupo de IU, ICV-EUiA, CHA, Joan Josep Nuet, defendió hoy en el Pleno del Congreso la posibilidad de que la ciudadanía se pronuncie sobre el “derecho a decidir” ya que éste “pertenece a los demócratas y a la democracia, y por eso lo defendemos los que no somos nacionalistas e independentistas”.
Nuet hizo esta valoración durante la explicación del voto negativo que dio su grupo a la moción presentada por UPyD sobre ‘propósitos del Gobierno en relación a la falacia del denominado derecho a decidir’. En relación a este mismo enunciado categórico, el diputado de IU por Barcelona indicó a la diputada autora de la propuesta, Rosa Díez, que “la democracia no es una falacia” y le avisó de que se empieza haciendo ese tipo de comparaciones “y se puede acabar cuestionando la propia democracia”.
Explicó que la “Constitución Española después de 35 años de historia requiere a nuestro entender una reforma de aspectos esenciales”. Puso como ejemplo que derechos recogidos en la Carta Magna como el del trabajo o a la vivienda “están enunciados pero no garantizados en absoluto, al contrario, se encuentran en plena involución. Igual ocurre con la jefatura del Estado; nunca se pudo elegir entre Monarquía o República”.
De ahí la defensa de una reforma constitucional “moderna” que hace IU, ICV-EUiA, CHA para que se recoja el reconocimiento de un Estado Social, republicano, la plena democracia, un Estado Federal Plurinacional y el derecho de autodeterminación”, este último tal y como lo proclama la Carta de Naciones Unidas.
Para acallar a quienes cuestionan la imposibilidad de llevar a cabo cambios de esta naturaleza, Nuet recordó que “hemos asistido a ‘reformas constitucionales exprés’, bajo el dictado del FMI, el BCE y la Comisión Europea, como la del artículo 135 que despliega las políticas de recortes y austeridad, y hay muy poca soberanía en esa reforma”. También mencionó los “acuerdos reiterados de gobiernos de distinto signo aprobando rebajas de impuestos a las grandes fortunas y capitales que han desfiscalizado y empequeñecido al Estado español, reduciéndolo a extremos irreconocibles que no garantizan hoy el ‘Estado Social’ al que se refiere el Artículo 1.1 de la Constitución”.
“Sin hablar –reforzó su argumento- de la corrupción en algunos partidos políticos, que ha hecho saltar por los aires el precepto constitucional de estar en un ‘Estado de derecho’ del que también habla la Constitución. Pocos grupos de esta Cámara han denunciado la inconstitucionalidad de estas terribles políticas de recortes y corrupción, el nuestro sí lo ha hecho”.
Joan Josep Nuet indicó que “es una realidad que más del 80% de la ciudadanía catalana aboga por el ejercicio del derecho a decidir” y, ante esta realidad, defendió que la respuesta del conjunto del Estado español sea “la del diálogo, el acuerdo y la democracia”, en lugar de pensar en una visión constitucional estrecha que habla de la coerción, incluso con el Ejército, como garantía de la unidad”.
“Abogamos por la unión libre de los pueblos; una unión decidida por ellos”, de ahí que insistiera en que la receta para resolver el actual conflicto soberanista pasa por “el diálogo y la democracia”.
Nuet (IU) aboga por el «derecho a decidir» porque «pertenece a los demócratas y a la democracia, y por eso lo defendemos los que no somos nacionalistas e independentistas»
El portavoz parlamentario en temas constitucionales del grupo de IU, ICV-EUiA, CHA, Joan Josep Nuet, defendió hoy en el Pleno del Congreso la posibilidad de que la ciudadanía se pronuncie sobre el “derecho a decidir” ya que éste “pertenece a los demócratas y a la democracia, y por eso lo defendemos los que no somos nacionalistas e independentistas”.
Nuet hizo esta valoración durante la explicación del voto negativo que dio su grupo a la moción presentada por UPyD sobre ‘propósitos del Gobierno en relación a la falacia del denominado derecho a decidir’. En relación a este mismo enunciado categórico, el diputado de IU por Barcelona indicó a la diputada autora de la propuesta, Rosa Díez, que “la democracia no es una falacia” y le avisó de que se empieza haciendo ese tipo de comparaciones “y se puede acabar cuestionando la propia democracia”.
Explicó que la “Constitución Española después de 35 años de historia requiere a nuestro entender una reforma de aspectos esenciales”. Puso como ejemplo que derechos recogidos en la Carta Magna como el del trabajo o a la vivienda “están enunciados pero no garantizados en absoluto, al contrario, se encuentran en plena involución. Igual ocurre con la jefatura del Estado; nunca se pudo elegir entre Monarquía o República”.
De ahí la defensa de una reforma constitucional “moderna” que hace IU, ICV-EUiA, CHA para que se recoja el reconocimiento de un Estado Social, republicano, la plena democracia, un Estado Federal Plurinacional y el derecho de autodeterminación”, este último tal y como lo proclama la Carta de Naciones Unidas.
Para acallar a quienes cuestionan la imposibilidad de llevar a cabo cambios de esta naturaleza, Nuet recordó que “hemos asistido a ‘reformas constitucionales exprés’, bajo el dictado del FMI, el BCE y la Comisión Europea, como la del artículo 135 que despliega las políticas de recortes y austeridad, y hay muy poca soberanía en esa reforma”. También mencionó los “acuerdos reiterados de gobiernos de distinto signo aprobando rebajas de impuestos a las grandes fortunas y capitales que han desfiscalizado y empequeñecido al Estado español, reduciéndolo a extremos irreconocibles que no garantizan hoy el ‘Estado Social’ al que se refiere el Artículo 1.1 de la Constitución”.
“Sin hablar –reforzó su argumento- de la corrupción en algunos partidos políticos, que ha hecho saltar por los aires el precepto constitucional de estar en un ‘Estado de derecho’ del que también habla la Constitución. Pocos grupos de esta Cámara han denunciado la inconstitucionalidad de estas terribles políticas de recortes y corrupción, el nuestro sí lo ha hecho”.
Joan Josep Nuet indicó que “es una realidad que más del 80% de la ciudadanía catalana aboga por el ejercicio del derecho a decidir” y, ante esta realidad, defendió que la respuesta del conjunto del Estado español sea “la del diálogo, el acuerdo y la democracia”, en lugar de pensar en una visión constitucional estrecha que habla de la coerción, incluso con el Ejército, como garantía de la unidad”.
“Abogamos por la unión libre de los pueblos; una unión decidida por ellos”, de ahí que insistiera en que la receta para resolver el actual conflicto soberanista pasa por “el diálogo y la democracia”.
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