Bilbao contará en 2019 con un presupuesto electoralista que ignora gran parte de los problemas de la ciudadanía y de los barrios

El titular que pregona el Gobierno es que estos presupuestos crecen y que la deuda se pone a cero. Pero en esto tiene mucho que ver el aporte adicional de UdalKutxa, el cual supera la cifra del año pasado, con casi 11,6 millones de euros más, cosa que les ha venido muy bien para maquillar los actuales presupuestos. Además, la austeridad radical no es positiva cuando se deja de invertir en las necesidades de la ciudadanía.

En este sentido resulta poco creíble decir que son unos presupuestos centrados en las personas cuando se invierte casi el triple en obras y servicios que en acción social. Más bien, el acalde debería decir que son unos presupuestos centrados en el cemento y en las obras, y no tanto en los problemas graves de los y las vecinas de Bilbao.

Entre estos problemas graves esta sin duda el de acceder a un empleo de calidad. Sin embargo, el monto reservado para políticas de empleo es ciertamente bajo en las cuentas presentadas por PNV-PSE – de un 1,5% – cifra manifiestamente insuficiente. Precisamente uno de los colectivos que más sufre las altas tasas de paro, tampoco sale bien parado en este presupuesto. Y es que mientras el Alcalde dice que los y las jóvenes bilbaínos son el futuro y el presente de la ciudad, se reduce – nada menos – que un 15,4% la inversión para juventud y deporte. Esto no es sino una muestra más de la incoherencia del gobierno municipal.

El acceso a la vivienda es otro de los problemas a los que se enfrenta la ciudadanía de Bilbao. Por ello no entendemos que apenas se invierta dinero de los presupuestos en la creación de viviendas municipales en régimen de alquiler asequible, mientras por otro lado el consistorio se dedica a deshacerse de buena parte de su patrimonio sin que esto repercuta tampoco en inversiones en esta materia.

Desde el punto de vista de la participación estamos ante unas cuentas ciertamente mediocres, en las que la opinión de la gente de nuevo no ha tenido apenas cabida. Los y las vecinas de Bilbao han presentado más de 300 propuestas para estos presupuestos pero de estas el gobierno sólo ha priorizado 11. Si trasladamos estos números a euros, hablamos de que del monto total 562 millones, sólo 2 han sido para las propuestas de la ciudadanía.

Por tanto, para Udalberri estos son unos presupuestos que no se corresponden con la realidad. Parecen unos presupuestos diseñados por extraterrestres. Como comprender sino que viendo los últimos datos sobre seguridad en Bilbao, habiendo ocurrido hechos realmente graves, existiendo en definitiva una realidad compleja en torno a la seguridad urbana , el presupuesto de dicha área no haya llegado a crecer ni un uno por ciento ¿Cómo va a abordar este gobierno los nuevos retos en torno a la seguridad humana? Nos preguntamos cómo vamos a lograr tener una mejor policía cercana a la ciudadanía, cómo pretenden hacer de Bilbao una ciudad más segura si no invierten lo suficiente ni en seguridad ni en acción social, que es éste último, fundamental para trabajar la prevención enfrentando las desigualdades sociales.