La formación de izquierdas apuesta por una variante para los trenes de mercancías, para evitar molestias y riesgos en todos los barrios atravesados por el ferrocarril, y por el mantenimiento de los trenes de viajeros en superficie “a coste cero” para Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, Diputación Foral de Álava y Gobierno Vasco.
Ezker Anitza IU Araba ha presentado sus alegaciones al “Estudio Informativo de la Integración del Ferrocarril en Vitoria-Gasteiz”. En las mismas, se desgranan las carencias y riesgos para la ciudadanía y el medioambiente que tendría este proyecto en el improbable caso de que se lleve a cabo.
El túnel ferroviario, de oeste a este de la ciudad a 18 metros de profundidad, cortaría el flujo transversal de las aguas subterráneas (sur – norte) haciendo un efecto presa aguas arriba con el riesgo de inundaciones en sótanos y garajes. Así mismo, se acerca a las cimentaciones de numerosas zonas residenciales como en las calles Teodoro Dublang o Carmelo Bernaola. En esta última calle, que es un paseo peatonal, se ubicaría una de las bocas de acceso y salida al túnel para vehículos en una zona que el estudio informativo señala como inundable y que “pasaría de ser un paseo a una autopista urbana en trinchera”, ha denunciado el Coordinador de Ezker Anitza IU Araba, José Damián García-Moreno.
“También se condena a otras calles de la ciudad, como la Avenida Capital de Euskadi”, explica García-Moreno. Esta calle – ubicada entre Salburua y Arkaiate – pasaría de haberse diseñado para ampliarse con el soterramiento a estrecharse para ampliar la playa de vías de enlace del tramo soterrado con el nudo ferroviario de Arkaute y a condenar a sus vecinos a vivir entre muros.
Se deja fuera del soterramiento a grandes barrios de la ciudad como Zabalgana, Salburua o Arkaiate que quedarían condenados a soportar el tránsito de los trenes de mercancías con las molestias que generarán al verse incrementado el número de circulaciones al trasvasarse buena parte del tráfico de mercancías de la carretera al ferrocarril. Precisamente, el estudio reconoce impactos moderados o severos por ruidos y vibraciones durante la fase de explotación.
A pesar de esta previsión de incremento del tráfico de mercancías por ferrocarril, con el estudio se contempla tan sólo una vía para las mercancías en todo el tramo urbano que además debería ser compartida con los trenes regionales. Esto supone un cuello de botella en el Corredor Atlántico Ferroviario al ser el único tramo de toda la futura autopista ferroviaria con vía única.
Por último, y no menos importante, es el coste de la obra (previsto en más de 872 millones de euros) que debe ser soportado al 50 % por el Ministerio de Fomento, 25 % por el gobierno vasco, 15 % por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y 10 % por la Diputación Foral de Álava. Los 130 millones que debería aportar el ayuntamiento (siempre y cuando no hubiera sobrecostes) superan al importe de la deuda viva actual del consistorio gasteiztarra. “Tener que afrontar esta obra supone hipotecar al ayuntamiento durante varias décadas lastrando drásticamente su capacidad de inversión” ha advertido García-Moreno, quien ha cifrado en más de 900 euros por cada vitoriano o vitoriana el coste de este soterramiento.
Ezker Anitza valora de forma muy positiva las más de 11.000 alegaciones ciudadanas que, aún en distinta forma, cuestionan el proyecto. “Esto no es tan bonito, ni tan idílico, como lo pintan Urtaran, Ramiro o Arantxa Tapia y cada vez son más las personas que lo saben”, expresaba Damián.
PROPUESTA DE EZKER ANITZA: TRENES DE PASAJEROS EN SUPERFICIE Y VARIANTE FERROVIARIA PARA LAS MERCANCÍAS
Ante ello, Ezker Anitza propone una alternativa que no hipoteque el futuro de la ciudad, ni su viabilidad económica, que evite los grandes problemas que generaría este soterramiento y que no condene a los barrios de la ciudad a soportar las molestias y riesgos que generaría el tránsito de trenes de mercancías en zonas densamente pobladas.
IU reclama que se anule el proyecto contemplado en el estudio informativo y que se realice una variante ferroviaria paralela a la A-1 para los trenes de mercancías. De esta forma, se evitaría el efecto barrera por esta nueva infraestructura y todos los barrios gasteiztarras quedarían exentos de soportar el tránsito de trenes de mercancías, especialmente los trenes con mercancías peligrosas.
En cuanto a los trenes de pasajeros, estos quedarían en superficie por el trazado actual. Al llevar una velocidad más baja (al parar todos en la estación de ferrocarril), y tener un menor peso por eje, apenas crearían molestias al transitar dentro de la ciudad.
Por último, se mejorarían las zonas de paso de la vía para mejorar la conectividad entre los dos lados de la vía.
Ezker Anitza reclama que la propuesta trasladada al Ministerio de Fomento se lleve a cabo y realizará acciones con este fin durante las próximas semanas y meses.