Quisiéramos en primer lugar recordar la posición mantenida por Ezker Anitza-IU desde el inicio de la legislatura: Una posición crítica con las políticas del Gobierno Vasco.
Estas políticas las marcan en buena medida los presupuestos de la comunidad autónoma y año tras año hemos venido planteando por lo tanto que no compartimos los mismos. Si bien nunca nos hemos negado a explorar las posibilidades de negociar modificaciones que puedan hacer virar esas políticas que no compartimos.
El gobierno prefirió mientras pudo, negociar los presupuestos con el PP, en nuestra opinión porque sus modelos económicos no están tan alejados y por lo tanto las exigencias del PP no les suponen un gran cambio en el modelo económico.
El Gobierno negoció incluso una reforma fiscal con el PP como parte de la negociación presupuestaria, mientras a Elkarrekin Podemos le decía que no se podía mezclar el debate y negociación sobre fiscalidad con la negociación presupuestaria.
Este año, y ante las dificultades que tiene el gobierno para sacar adelante los presupuestos, han decidido darle más peso a algunas cuestiones que saben nos preocupan a los partidos que componemos Elkarrekin Podemos. Pero se mantiene en nuestra opinión la misma senda que en años anteriores. Por lo tanto nuestra posición sigue siendo la misma que en años anteriores: no compartimos los presupuestos del gobierno y acudimos con una plataforma negociadora compartida con Podemos y Equo en el seno del grupo parlamentario Elkarrekin Podemos, con medidas que puedan modificar algunas cuestiones políticas fundamentales para nosotras.
Lamentablemente el jueves pasado, Azpiazu nos traslada que varias de las cuestiones que para nosotros son fundamentales no van a poder ser objeto de negociación.
Por esta razón desde Ezker Anitza-IU consideramos que no podemos respaldar unos presupuestos que no compartimos si las cuestiones que más nos preocupan ni siquiera pueden ser negociadas porque el consejero nos plantea que no son asumibles para ellos.
En concreto, el gobierno nos dice que no va a negociar la reforma fiscal que le planteamos para reducir las desigualdades en nuestra sociedad. No está dispuesto a negociar la posibilidad de revertir la reforma fiscal pactada con el PP y explorar una futura reforma fiscal que equipare lo que pagan las rentas del capital con lo que pagan las rentas del trabajo.
Estamos hablando de una reforma que mejoraría la progresividad fiscal y acercarnos al menos al entorno europeo en fiscalidad. Para Ezker Anitza-IU el gobierno no debería cerrar la puerta a una reforma fiscal con la izquierda cuando sí negoció una reforma regresiva con la derecha.
Tampoco quieren hablar del macro plan para el empleo que les hemos propuesto con el objeto de crear empleos de calidad en sectores como el de cuidados y con especial atención a las zonas más castigadas, tanto por el desempleo como por la precariedad de los empleos.
El gobierno también nos ha dicho no, a aumentar con rotundidad la dimensión y plantilla de Inspección de trabajo en un momento de gran precariedad laboral y fraude en los puestos de trabajo por parte de las empresas.
Azpiazu tampoco quiere entrar a valorar la propuesta de recuperación del poder adquisitivo perdido por las y los empleados públicos en la última década que alcanza cerca del 14%. No quieren explorar ningún tipo de medida a este respecto, ni tan siquiera a través de compromisos a futuro.
También nos han dejado claro, que para ellos es una línea roja el el pago de la indemnización por jubilación anticipada de algunos empleados públicos, sobre todo maestros y maestras, cuyo derecho fue suspendido de manera temporal con la excusa de la crisis en 2012.
El gobierno nos traslada también que no está en su mano la retirada de la reforma de la RGI planteada por PNV y PSE. Una reforma que tiene el rechazo de los agentes y colectivos sociales y nos queda claro que no se va a alcanzar el 0,7% que proponemos a cooperación al desarrollo, ni un horizonte que nos acerque al mismo.
Son unas cuantas las medidas que planteamos que el Gobierno no quiere negociar. Esto hace muy difícil que una organización como la nuestra respalde unos presupuestos que no comparte y sobre los que no va a ser posible negociar cuestiones fundamentales.
Por eso, hemos concluido que no hay margen para una negociación que pueda acabar con el respaldo por nuestra parte en la forma que fuera.
En consecuencia los dos parlamentarios con los que contamos no respaldaran los presupuestos, y no continuaremos participando de las negociaciones con el gobierno.
Una decisión que ya hemos compartido con nuestros aliados de Podemos y de Equo, quienes nos han trasladado su respeto por la misma, de la misma manera que nosotros respetamos su decisión de seguir negociando. Los partidos de la coalición vamos a respetar las posiciones diferenciadas que tengamos, para seguir apostando por el espacio unitario que venimos construyendo desde hace tres años.