«Fiscalidad a la carta para quienes más tienen» por Arantza Gonzalez.

El objetivo de los impuestos es recaudar ingresos con los que poder financiar bienes y servicios públicos imprescindibles para garantizar una vida digna a todas las personas; servicios tan importantes como la educación, la sanidad, los servicios sociales, políticas de igualdad, el transporte público, o la lucha contra el cambio climático, entre otros.

Es decir, es la herramienta principal con la que repartir la riqueza existente, primero a través de la recaudación, y después a través de los presupuestos que deben garantizar los servicios y las políticas públicas.

Esos deberían ser los objetivos, o al menos lo son para quienes conformamos el grupo juntero Elkarrekin Gipuzkoa: Podemos/Ezker Anitza-IU/Equo.

Sin embargo, para el gobierno foral formado por PNV y PSE el objetivo principal de la fiscalidad es crear riqueza e impulsar la economía. Desde nuestro punto de vista, es justo al contrario, ya que es a la riqueza existente a la que se aplican los impuestos. No nos sorprende en absoluto esta forma de entender la fiscalidad para los socios de gobierno, porque no ha cambiado un ápice en más de una década.

En ese tiempo, han aprobado reformas fiscales que han beneficiado a quienes más tienen, por ejemplo: separar las bases imponibles del trabajo y del ahorro, de manera que quienes tienen mucha capacidad de ahorrar, pagan menos que la mayoría de los y las trabajadoras que llegan justo a fin de mes; rebajar el tipo nominal del impuesto de sociedades, que sólo pagan las grandes empresas por sus beneficios, de un 32,6% al 24%; suprimir primero y modificar después el impuesto de patrimonio, provocando que las 748 personas más ricas de Gipuzkoa, hayan ingresado 16 millones de euros menos por este impuesto en 2018.

Esas reformas, algunas de ellas tomadas justo al inicio de la crisis de 2008, han tenido consecuencias muy negativas en los ingresos forales, y por lo tanto también en las políticas públicas para garantizar servicios públicos y luchar contra la desigualdad.

Una de esas consecuencias fue que los ayuntamientos guipuzcoanos tuvieron que devolver a la Diputación Foral parte del fondo foral con el que financian los servicios municipales; otra, que la Diputación Foral tuvo que recurrir a endeudarse para compensar la falta de ingresos como consecuencia de las rebajas fiscales a quienes más tienen.

En relación con esa deuda, PNV y PSE pretenden hacernos creer ahora que son buenos gestores porque van realizar una amortización extraordinaria de la misma. Según esas formaciones, ello supone mejorar la solvencia financiera para poder volver a endeudarse si las cosas vienen mal dadas y cae la recaudación.

Para Elkarrekin Gipuzkoa, es todo lo contrario a una buena gestión, ya que quienes están gestionando lo público, renuncian por la vía de la política fiscal a ingresar más de quienes más tienen, lo que les obliga a recurrir a la deuda que luego tenemos que pagar “a escote”.

Sin embargo, el acuerdo de gobierno PNV-PSE profundiza en la misma línea: incentivos fiscales para quienes más tienen, maquillados tras el término “impulso económico”, pero que de hecho suponen que paguen menos quienes más tienen.

Nos preguntamos en qué consisten algunas de las medidas acordadas entre PNV y PSE como:  “establecer incentivos en el impuesto de sociedades dirigidos a las inversiones para la competitividad”; “elaborar una estrategia para fortalecer el medio ambiente como factor competitivo de las empresas”, o “elaborar incentivos fiscales con el fin de encaminar la inversión hacia nuevas actividades del territorio, tanto en el impuesto sobre la renta de las personas físicas como en el impuesto sobre sociedades”.

Esto último, por cierto, se parece bastante a la polémica modificación de las rentas irregulares de Bizkaia para que unas pocas personas con gigantescos sueldos paguen menos impuestos que una trabajadora pluriempleada a tiempo parcial, lo que se aleja por completo de la justicia fiscal y se parece mucho a un paraíso fiscal.

A la vista de todo esto, creemos que los socios del gobierno foral deberían hacer una reforma fiscal estructural para que los que más tienen paguen de acuerdo con sus ingresos, recuperando así la justicia fiscal de la que PNV y PSE hablan, pero que no se corresponde con la política que llevan a cabo y que beneficia a quienes más tienen en perjuicio de la mayoría de la sociedad guipuzcoana.

 

Arantza González

Coordinadora de Ezker Anitza-IU en Gipuzkoa

Juntera de Elkarrekin Gipuzkoa (Podemos/Ezker Anitza-IU/Equo)