Denuncia que es incompatible con la memoria de los republicanos asesinados e inhumados en el panteón donde se ubica.
El parlamentario Jon Hernández reprocha la actitud del PNV y el PSE por rechazar la iniciativa y negarse a la retirada de la cruz franquista.
“Es un símbolo erigido para honrar a los golpistas y ensalzar el nacional-catolicismo sobre el que se sustentaba la dictadura”
Vitoria-Gasteiz, 20 de noviembre de 2023. Elkarrekin Podemos-IU ha llevado al Parlamento Vasco una iniciativa para que el Instituto de la Memoria, la convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, así como el Ayuntamiento de Donostia-San Sebastian, dignifiquen y resignifiquen adecuadamente la fosa común ubicada en el panteón municipal de origen franquista como lugar de la Memoria Histórica, procediendo a la retirada de la cruz franquista que se mantiene sobre el panteón a pesar de haberse colocado en el lugar una placa en recuerdo a los republicanos inhumados en el lugar.
En el cementerio de Polloe de Donostia existe un panteón de propiedad municipal levantado tras el golpe fascista de 1936 por las autoridades franquistas para honrar a los soldados participes del levantamiento. Dicho panteón fue sufragado por el Ayuntamiento de Donostia con cargo al presupuesto extraordinario del Movimiento Nacional. Como es ya conocido, se inhumaron en el mismo panteón los cuerpos de milicianos republicanos.
Durante el último año se ha procedido a resignificar el lugar con la colocación una placa en recuerdo de los republicanos, pero sobre el panteón existe una cruz levantada en honor a los falangistas y golpistas de 1936, por lo que tiene en este caso un carácter simbólico de vinculación al régimen dictatorial que basaba sus bases en el llamado “nacional-catolicismo”, trascendiendo la mera simbología religiosa.
Por otra parte, muchos de los milicianos allí inhumados pertenecían a organizaciones políticas y sindicales como el PCE-EPK, la CNT o la UGT, por lo que dicha cruz no es compatible con el respeto a la memoria de estas personas que dieron su vida en defensa de la democracia y las libertades, plantando cara al golpe fascista.
El parlamentario de Elkarrekin Jon Hernández cree que “lo más adecuado hubiera sido la exhumación de los republicanos del lugar por tratarse de un conjunto monumental y tumba levantados en honor de falangistas y franquistas que también yacen allí, es decir los republicanos están junto a su verdugos”. Sin embargo ante el informe elaborado por Aranzadi según el cual es inviable la exhumación por el estado de los restos humanos, el parlamentario vasco considera que “si no se puede sacar a los republicanos, es absolutamente necesario borrar todas las huellas del mausoleo fascista, y para ello la cruz debe ser retirada”.
“Es un símbolo claramente franquista erigido para honrar a los golpistas y ensalzar el nacional-catolicismo sobre el que se sustentaba la dictadura”, ha asegurado Hernández, quien reprocha la actitud del PNV y el PSE por rechazar la iniciativa y negarse a la retirada de la cruz franquista.